“Ilusión y simulacro” -2015-

Acrílico y óleo sobre lienzo

100cm x 80cm

Hoy en día, los confines geográficos ya no se atraviesan físicamente, sino que se exploran virtualmente. La juventud contemporánea se aísla en habitaciones solitarias, anhelando la belleza del mundo natural a través del frío cristal de la tecnología. El antropólogo, inmerso en una paradoja existencial, se convierte en el inadvertido verdugo de la autenticidad cultural que anhela preservar.

La memoria es ahora un collage de momentos creados artificialmente; y ya no es propia, sino compartida ingenuamente. En este contexto, la percepción de la realidad se vuelve fragmentada e incompleta, como un cubo en el espacio tridimensional, donde solo podemos ver tres de sus caras a la vez. Nuestra visión del mundo depende del ángulo desde el que miramos.